Un agujero negro
La imagen en la pared del cuarto de una niña. Llegó un día a casa bajo el brazo de su padre y la colgó en la pared de las cabeceras de las camas gemelas. Quedó justo al centro sobre el pequeño buró que separaba los sueños de las dos hermanas mayores. Cuando quedó listo, el padre llamó a las hijas y les preguntó si les gustaba. La mayor, sonrió y le dijo que sí, que era un cuadro lindo y que hacía juego con la nueva recámara estilo romántico que recién estrenaban. Además, agregó el padre, la lámpara de porcelana de seis candiles la iluminará de tal modo por las noches que su cuarto será un palacete de princesas. La segunda hermana, sentada a la orilla de su cama, escuchaba sin dar una respuesta. Permanecía observando el cuadro. ¿Te gusta? Mira, se parece a tí, su mirada es como la tuya. La niña, volvió la vista a su padre y dijo, a mí no me gustan los perros papá, él la abrazó y riendo le hizo algunas cosquillas que le arrancaron risas. No bien su padre salió del cuarto, la menor se...