Binaria


Estoy en el punto de equilibrio. Hago la balanza, lo bueno, lo malo. Hay paz y confio en que he cumplido. Dejé de hacer cosas por miedo, sí... fue mi elección. Tomé decisiones equivocadas, las hubo también acertadas. Si bien sopesadas, acción y reacción siempre valoradas.
Estoy en el punto preciso del balance cero. Cargos y haberes, saldos, costo bruto, ni ganancia ni pérdida. No hay números rojos o azules.
Suspendida en el instante como el colibrí hace cuando contrarresta la fuerza de gravedad. Como el campo magnético cero ejercido en el alambre por una paloma.
Reconozco el valor preciso de la Paz. Un alma quieta, la brisa marina y olorosa, la sensación a tierra mojada, la mirada serena del mar en calma, el arcoiris sonriente tras la lluvia con sol de la tarde, el suave caer de una hoja, el vuelo del ave sobre un río, la llegada de las sombras tras el día, el trinar de pájaros por la mañana, las mejillas de los niños sonrosadas al calor del sol, la luna brillante y completa asomada tras la ventana, el abrazo cálido, la respiración del amado, el canto de la madre, la carcajada del padre, el beso dulce de los hijos, el silencio despues de escuchar un poema, el mutis al final de una oración, el crujir de la vela iluminada y sus sombras en la pared en una noche oscura, el juego interminable de las olas, la marea que asciende y baja, el grano de arena que se desliza en un reloj antiguo, el movimiento monótono de péndulo cuando se columpia,  los mágicos reflejos de la luz a cierta hora del día, el capullo de flor como promesa, la gota que resbala lento en la hoja de la bugambilia, la línea de un ejército de hormigas en un día de campo, la iguana inmóvil, las cuerdas de una guitarra recordando notas de una canción olvidada, el sonido de los dedos sobre un teclado mecánico, el correr del lápiz al atrapar un pensamiento, el fluir del agua durante el riego de las plantas, la oración continua al salir a caminar, el pensamiento optimista, la verdad y lealtad del amigo, la confianza plena, la sal de las lágrimas, los pies aprisionando la arena para encontrar conchitas, escuchar al maestro y amigo, lo que viene luego de dejar salir un llanto añejo y retenido, retozar en el piso fresco recién trapeado, escuchar al alumno el ¡ah! señal del aprendizaje, perderse en la magia de una película, caminar sobre las huellas dejadas en la arena de quién se ama, seguir el camino del río, disfrutar de un campo repleto de girasoles, jugar a ser un delfín en la alberca, bañarse con una cubeta para jugar con el agua, ofrecer un servicio, caminar como trapecista sobre la orilla de la banqueta... ser flor, canto, luz, calor, madre, niño, luna, sol, mar, ola, arcoiris, servicio, maestro, alumno, risa, llanto, amigo, escritor, actor, lector, escucha, padre, hijo, delfín, hormiga, iguana, ave, vela, lápiz, lágrima, gota, agua, trapecista, abrazo, beso, poema, mutis.

Punto instantáneo, entre el antes y el después, entre el ayer y el mañana, colibrí del tiempo, momento preciso del presente que al reconocerse se vuelve pasado. Aquí estoy, estuve y estaré. Y el punto es un bucle extraño, reconocido solo en la introspección personal del instante reflejado en el tiempo, atrás y adelante, como un espejo frente a otro espejo. Ahí, ahí me pierdo, me desvanezco, me desdibujo, me fundo y me encuentro. Es el yo, el tú, nosotros, él, ella y ustedes. La conjugación perfecta, el bendito juego de dados, el chasquido de dedos, el big bang en la creación del Universo.

Estoy en el instante preciso del punto de equilibrio. Tengo las cuentas saldadas y mi deseo es permanecer en ceros a partir de hoy, no importa el día ni la hora, mientras espero el punto donde no pueda ya reconocer el antes y el después porque ahi termina y principia y termina y principia... todo y nada, nada y todo. Presencia y ausencia, 1 y 0, un bit que se enciende o apaga.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedazo de cielo

Divagaciones sobre un dedo enfermo

Retazos de tiempos