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Divagaciones sobre un dedo enfermo

 -Palpita- se dijo. Sentía pequeñas pulsaciones en la zona rojiza y henchida de su dedo índice de la mano izquierda  -¿Qué sucede contigo, amigo?- le habló a ese dedo que solía usar como muppet en los cuentos dramatizados que le contaba a los niños. Y recordó, entonces, a su papá, de quien había heredado la técnica de narrar historias usando sus dedos con todo y aquella parafernalia de luz y sombras. ¿Qué habría hecho su padre si hubiese tenido el dedo deforme? Probablemente, hubiera aprovechado para ejecutar con maestría la actuación de Cuasimodo. Volvió su vista hacia aquella protuberancia dolorosa y buscó la sonrisa burlona de ese actor en ciernes. -¡Bah! - le dijo- no eres más que un patético enfermo. El dedo al que le hablaba permanecía en silencio. Si hubiera podido decir algo habría dicho -¡Ay! ¡Ay me duele! -Calma, te pondré un poco de sábila tibia para desinflamar. Verás que pronto vuelves a ser tú, el que guía y señala, el que sin dolor se desplaza por el teclado de ...

Mente inquieta

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 Mente inquieta Recién he visto un capítulo de la Temporada 3 de la serie inglesa The Crown y, es el primero que me ha atrapado en un cuestionamiento existencial y, de alguna manera, pareciera cercano a ciertas experiencias personales. Este apartado trata, en particular, de la experiencia del duque Felipe y la casa real en los tiempos de la llegada a la Luna. La atmósfera expectante del televidente que atiende a una proeza humana inimaginable, la del humano que posa sus pies sobre el suelo lunar. Vemos al duque que observa las imágenes, el ambiente festivo de celebración de una hazaña y escuchamos las palabras de gloria de los astronautas que hace más de cincuenta años se han repetido hasta el cansancio. El dubitativo personaje cavila de continuo y la reina lo observa de soslayo. Por ciertas escenas, que no describiré, podemos atinar a predecir que en su cabeza hierven preguntas existenciales con las que sopesa su vida resuelta y repleta de mundo. En cierto momento, tendrá la oport...

El beso

El beso Ella en silencio espera la hora. Él va y viene inquieto, mientras. Ninguno nunca falta a la cita. La luna, convertida en Celestina. Observa la escena a hurtadillas. Mazatlán, lugar de encuentro. La doncella se aproxima. Él se arroja en sus brazos. Sus labios se unen en la oscuridad. Dulce, de ella, el beso Salado y explosivo, el de él. Una y otra vez se funden. Acompasados. Cada noche son uno. Sus aguas danzan. Dulce y salado. Mar y laguna, embelesados. La despedida llega cuando el sol asoma. Cuenta regresiva, desprenderse cuesta. Cada uno guardará para sí algo del otro. Los amantes se dicen, te veré pronto. Reinicia la espera, el reloj de arena. Surge la estrecha playa y los separa. Las lenguas saladas repiten cuanto la ama. Ella escucha callada y se siente amada. El día se alarga con un sol que brilla. Espera, ella en silencio, la hora. Mientras, él va y viene inquieto. A la cita ninguno nunca falta. Pinta el sol los cielos de naranjas y ro...

1996 y la conquista de la Luna.

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  1996 y la conquista de la Luna. No es un error, no me refiero a 1969 y el año de la visita al satélite terrestre. No, me refiero a 1996 y mi entrada al mundo de la biblioteca. El 19 de noviembre de ese año fue mi ingreso como asistente de biblioteca en una posición novedosa, el área de servicios de información electrónica. Si debo dar una mayor precisión a las funciones propias a desarrollar diré que era la de ofrecer el acceso a los usuarios a la colección digital en CD-ROM de ProQuest que   estaba montada en una red local para la consulta de artículos de publicaciones periódicas en el área de negocios y ciencias. Este pequeño paso sobre la superficie de la biblioteca fue para mí, un gran salto, de ahí la comparación con la conquista de la Luna. A partir de entonces y, muchos años después, busco con este libro parar en 2026 y asomarme al camino andado, quizá con ello pueda mirar al presente y luego al futuro para intentar predecir que más está por venir en el ámbito de es...

Reconociendo la galaxia de los servicios de una biblioteca.

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 Reconociendo la galaxia de los servicios de una biblioteca. Si bien la función de integrar colecciones para su consulta por los usuarios es parte esencial de las funciones de una biblioteca, sería como ser astronauta y tener localizados estrellas y planetas pero no visitarlos porque no se tiene la nave o no se conoce como manejarla. Aun cuando la etimología de la palabra biblioteca se concreta a las colecciones que la componen, una biblioteca académica tiene una función formadora. De acuerdo con las Normas para Bibliotecas de Instituciones de Educación Superior e Investigación (2005): La biblioteca académica realiza una importante labor de apoyo directo a las funciones sustantivas de las universidades: la docencia, la investigación y la extensión de la cultura. La calidad de los programas académicos de cada institución está determinada en gran medida por la eficiencia con la que se ofrecen los servicios bibliotecarios y los apoyos que la institución otorga a los mismos. (pag...