El hombre-niño

Andando por la calle
este burro me encontré
en mi interior un niño
de repente despertó
Lo miré con asombro
y mis años olvidé
Corrí hacia la cerca
le hice muecas,
lo llamé mientras reía.
Su mirada se clavó en mí,
él no vio al niño.
No sonrió,
dio un sonido
de reprobación.
Hombre soy de nuevo,
el civilizador,
que convierte campos
en ciudades y se asombra
al descubrirse destructor.
Borriquito no rebuznes
Deja de lamentar
que ese niño de antes
sea este hombre
autoproclamado superior.

No es culpa sino de un ego
que vive en su interior.
Cuando niño ni caso le hace,
cuando crece...el niño duerme.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedazo de cielo

Divagaciones sobre un dedo enfermo

Retazos de tiempos