Cap. 4 - Dime que fue sólo un sueño.
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Dime que fue sólo un sueño
IV
En búsqueda de la aceptación del otro, se corren
riesgos, como olvidar que se es valioso por sí mismo.
Lent estoy cansada. Ayer bailé con tantos
hombres, me duelen los pies. ¿Podemos no atender la invitación? Además, mi
humor no está bien del todo. Bailar con las tropas gringas cuando las
relaciones con mi México son de tanta tensión. A veces siento que traiciono a
México porque disfruto mientras en el pueblo donde crecí la gente está
condenada a la pobreza. Quienes tuvimos la oportunidad de salir, lo hicimos y,
ahora con esto de Texas y Santa Anna. Qué tal y me encierran a mí aquí. Basta
Julia, que te preocupa. Si en esa que tú llamas tu tierra no eras más que un
recipiente de burlas, menosprecio y trato indigno, como un animal, eso fue lo
que recibiste. No fue hasta que yo te rescaté de la ignorancia y te mostré el
mundo que empezaste a vivir. Tienes parte de razón, corazón, asintió Julia y,
su rostro enmarcado por su abundante cabellera palideció al recordar aquellos
días.
Cierro los ojos y escucho en silencio esa vocecita acallada que toda mujer aprisiona y comprime en su interior cuando se siente atacada y violentada. Esa voz personal que le conmina a la calma y que esperanzadora le dice, “tú eres más fuerte”, “esto no es real”, “es sólo un sueño”, “despertarás un día y olvidarás”. Ahí Julia, acuclillada, recibe los azotes del esposo de su madre, se arrastra por el piso de tierra quedando con la cara terregosa, sollozando, haciendo lodo de sus lágrimas que llegan a su boca dolientemente saladas.
Muchos días practiqué llorar hacia afuera, pero a la larga desarrollé otro arte, el de llorar hacia adentro, mis lágrimas se vierten por la garganta y las siento escurrir entre el nudo de sentimientos en donde guardo los rencores y desalientos, esperando el momento que esas lágrimas ablanden todo eso que guardo, en el pecho endurecido y, que sólo cuando canto y bailo parece desaparecer.
Bailar…Está bien Lent, deja y me acicalo, estaré lista pronto. I knew it my Darling, you are so kind, I love you. ¿Lent has tenido noticias de Mazatlán? ¿Sigue el coronel gobernando? ¿Qué habrá dicho de la venta de la Mesilla? ¿Crees que algún día, Sinaloa sea de Estados Unidos? Don’t worry, deja de preocuparte, Darling, tú no volverás allá y nadie te echa de menos. Only preocúpate de bailar y cantar, cash is flowing, Europa nos espera. Hoy recibí la carta de un prominente showman, we’re going to know queen Victoria. Lent, ¿cuándo nos casaremos? En Mazatlán me dijiste que llegando a Nueva York y Sepúlveda espera parte de las ganancias de los espectáculos como prometiste cuando te pidió representarme. ¿Y si nos sigue hasta acá y toma represalias? Lent… contesta. Soon, mujer, muy pronto nos casaremos, pero primero hay que trabajar y aprovechar el boom de tu reciente aparición en el Ghotic. De Sepúlveda, ni te preocupes con el revoltijo que se tiene en México, si se ausenta, pierde sus propiedades, no le conviene seguirnos. Además, tú me quieres ¿no, Darling? Te estás volviendo famosa, todos quieren conocerte en persona y comprobar el prodigio que eres. Dios te bendijo haciéndote diferente, y yo te enseñaré como sacar provecho instruyéndote, aprendiendo idiomas, globalization, Julia, es el futuro.
Lista, Lent. Vamos a mostrar lo que soy a tus compatriotas gringos, ¿qué debo hacer? Lo que yo te diga, my heart, lo que yo diga.
Cierro los ojos y escucho en silencio esa vocecita acallada que toda mujer aprisiona y comprime en su interior cuando se siente atacada y violentada. Esa voz personal que le conmina a la calma y que esperanzadora le dice, “tú eres más fuerte”, “esto no es real”, “es sólo un sueño”, “despertarás un día y olvidarás”. Ahí Julia, acuclillada, recibe los azotes del esposo de su madre, se arrastra por el piso de tierra quedando con la cara terregosa, sollozando, haciendo lodo de sus lágrimas que llegan a su boca dolientemente saladas.
Muchos días practiqué llorar hacia afuera, pero a la larga desarrollé otro arte, el de llorar hacia adentro, mis lágrimas se vierten por la garganta y las siento escurrir entre el nudo de sentimientos en donde guardo los rencores y desalientos, esperando el momento que esas lágrimas ablanden todo eso que guardo, en el pecho endurecido y, que sólo cuando canto y bailo parece desaparecer.
Bailar…Está bien Lent, deja y me acicalo, estaré lista pronto. I knew it my Darling, you are so kind, I love you. ¿Lent has tenido noticias de Mazatlán? ¿Sigue el coronel gobernando? ¿Qué habrá dicho de la venta de la Mesilla? ¿Crees que algún día, Sinaloa sea de Estados Unidos? Don’t worry, deja de preocuparte, Darling, tú no volverás allá y nadie te echa de menos. Only preocúpate de bailar y cantar, cash is flowing, Europa nos espera. Hoy recibí la carta de un prominente showman, we’re going to know queen Victoria. Lent, ¿cuándo nos casaremos? En Mazatlán me dijiste que llegando a Nueva York y Sepúlveda espera parte de las ganancias de los espectáculos como prometiste cuando te pidió representarme. ¿Y si nos sigue hasta acá y toma represalias? Lent… contesta. Soon, mujer, muy pronto nos casaremos, pero primero hay que trabajar y aprovechar el boom de tu reciente aparición en el Ghotic. De Sepúlveda, ni te preocupes con el revoltijo que se tiene en México, si se ausenta, pierde sus propiedades, no le conviene seguirnos. Además, tú me quieres ¿no, Darling? Te estás volviendo famosa, todos quieren conocerte en persona y comprobar el prodigio que eres. Dios te bendijo haciéndote diferente, y yo te enseñaré como sacar provecho instruyéndote, aprendiendo idiomas, globalization, Julia, es el futuro.
Lista, Lent. Vamos a mostrar lo que soy a tus compatriotas gringos, ¿qué debo hacer? Lo que yo te diga, my heart, lo que yo diga.
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