Cuando despertó... (1)
Cuando despertó...(1)
Cuando
despertó, descubrió que había ganado el avión presidencial. Maricarmen no daba
crédito, su cachito de lotería tenía los números impresos, sus ojos los habían
recorrido de izquierda a derecha, dígito a dígito, uno a uno y, luego, de
derecha a izquierda. No había duda, ese era el número que las bolitas de la
Lotería Nacional habían conformado para anunciar al ganador. Sintió un estupor
frío, sus mandíbulas estaban tiesas y una risa loca interna luchaba por
apoderarse de su boca, era la afortunada. No pudo sino recordar a su padre de
quien había heredado esa afición de tentar al destino a cambiarle la vida por
la simple acción de seleccionar el número mágico. Así, tenía por costumbre la
de comprar boletos de lotería en el aeropuerto cuando salía de viaje. No hacía
mucho había estado en Monterrey en una reunión de trabajo y, dada la
controversia del sorteo, más que por el premio, había comprado el boleto para
tener un pedazo de la historia del México presente como preparándose para
contarla a sus posibles futuros nietos. Nunca le pasó por la cabeza que podía
ganarlo, estaba la posibilidad matemática, una en seis millones, esa que solo
le había dado reintegros y, una vez, mil doscientos pesos. Se pasó las manos
por el pelo, tenía sentimientos ambivalentes, por un lado eufórica, se había
ganado el premio mayor, por otro lado, un premio que significaba salir del
anonimato. ¿Dónde debía reclamarlo? ¿Le podrían dar los ciento treinta millones
de dólares y dejarles el avión? ¿Podría emprender como arrendadora del Boeing
787 Dreamliner? ¿Qué iba a hacer con el maldito avión? No había compartido la
noticia con nadie todavía, quería tener argumentos para convencerse a sí misma
que el destino no se reía de ella. Veía ante sus ojos titulares y memes:
“Compra boleto y se saca la rifa del tigre: el Morelos es de Maricarmen”,
“Morelos tiene dueña, ¿cuál será su primer viaje y con quiénes?”
Como
buena financiera, Maricarmen empezó a idear un plan, no de vuelo, sino de cómo
capitalizar y transformar la broma de la diosa romana Fortuna. ¿Cómo cambiar
este pasivo en activo? Puso oído a sugerencias de sus más cercanos allegados,
investigó y generó su modelo. Maricarmen aprovechó los medios de comunicación y
la historia del polémico avión: generó un blog donde las personas podían
opinar, una línea de tiempo de uso del avión, ofrecería una membresía Premium,
Oro y Platino por uso de avión durante cierto periodo; pasando por la
mercadotecnia de la historia de México unida a dicho avión, hasta su propia y
personal historia de cómo lo obtuvo y la misma que se iría conformando por los
miembros de este club hasta llegar al periodo de cierre donde anunciaba la
venta por piezas del avión en subasta por Internet con un certificado de
autenticidad. Y así puso en práctica el
dicho, si la vida te da aviones…
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