Cuando despertó... (2)

 Cuando despertó... (2)


Cuando despertó, descubrió que había ganado el avión presidencial. ¡No mames! –gritó Braulio. Corrió a agarrar su celular y escribió en el Whats, ¡Nos lo ganamos! Nos ganamos el avión, plebes. Cándido le respondió al segundo, ¡No inventes! Manda la foto del boleto otra vez, cambié de cel la semana pasada y no tengo la foto que nos mandaste cuando lo compraste. ¿Todos te pagaron? El mensaje de Rebeca se sumó, aquí va el boleto Cándido, tenemos que hacer una reunión para ver qué vamos a hacer, todos somos los dueños del avión, los ocho que compramos los veinte cachitos de la serie. De a montón llegaron 43 mensajes, todos texteando a la vez, que si dónde vamos a cobrar el premio, qué si qué vamos a hacer, que hay que venderlo, que hay que rentarlo, que dónde lo vamos a guardar, qué si quien lo va a manejar, que si a dónde vamos a ir primero. Zumba que zumba de notificaciones, el aparato con batería baja. Rosa y América mandaron mensajes de voz, gritando y jadeantes desbordaron alegría. Tomás y Luis, fueron los últimos en reportarse después de Conrado. El más ecuánime, Luis, llamó a la calma y propuso que en una forma Google podían poner todas las opciones y votar en forma anónima por una. Pero antes, sugirió Conrado, había que reunirse en forma presencial para tomarse fotos e ir todos, en grupo, a reclamar el premio. No se veían desde hacía rato, el grupo de la secundaria se había formado hacía cinco años y cada año buscaban reunirse todos y nunca lo habían logrado, solo el primer año habían podido reunirse 16 de los 42. Así que este subgrupo de los VIP del grupo L, se formó con los miembros más activos que habían sobrevivido al martirio diario del ¡Buenos días, amigos!, los ¡Feliz cumpleaños! Y los ¿Cuándo nos vemos? Que atiborraban de mensajes e imágenes de cadenas la mísera memoria de los celulares.

Todos los grupos de Whatsapp se parecen, porque en todos, de cuando en cuando se cuecen malentendidos cada uno a su manera, y en el de la secundaria, con su particularidad de la juventud eterna porque todos rondaban en edad los treinta años y continuaban comportándose como de 13 o 14. Así que los VIP del grupo L eran los elegidos por la Diosa Fortuna para ser los propietarios del avión José María Morelos y Pavón. Estos no adolescentes de la vida real, pero sí de la mensajería instantánea, a broma urdieron la compra de la serie, Braulio fue el encargado y quien recibió las transferencias electrónicas de los $1,250 pesos de cada uno. No fue fácil la selección del boleto, Braulio les envió 3 posibles numeraciones y en Twitter lanzaron las votaciones, Rosa, actuaria de profesión, ofreció comentarios precisos para elegir uno, en lugar de los otros. Rebeca, más zen, después de una meditación dio su corazonada pero entre que sí y que no, Braulio tuvo que elegir el único número disponible. La raza, dijo, había arrasado con los números, un éxito la venta de boletos del polémico sorteo del avión presidencial.

Rebeca, déjame hacer cuentas, estoy verificando si todos pusieron su pago, mmm en mi estado de cuenta solo aparecen seis aportaciones… América no pagaste tu parte. Sentenció Braulio. Sorry pero te sacamos de la poya, entonces yo tengo dos octavos de premio en lugar de uno porque yo pagué doble.

América mandó un gif animado de vete a la… y apareció el mensaje: América salió del grupo.

Te pasas Brau, respondió Tomás, quien en primero de secundaria había sido novio de América. Dale chance. Rebeca, respondió con un no, no se vale, ahora que ya ganamos ahora sí va a poner su parte, no es justo. Siempre ha sido una aprovechada. Cálmate, dijo Rosa, somos amigos de años, por mil doscientos cincuenta pesos, ¿van a perder la amistad?, siempre con tu cizaña Rebeca, me acuerdo cuando nos pusiste el dedo con el director y nos condicionaron a mí y Jesús por tu culpa. Por eso a Jesús no se le olvida y no quiso entrar al grupo. Bueno @Rose, si no estás de acuerdo, también puedes poner tu mensaje de que te sales del grupo, contestó Rebeca. Ya plebes, concilió Cándido, ya estamos grandes y esto es serio vamos consensuando para ver que vamos a hacer con el dichoso avión, ¿Luis ya hiciste la forma? Comparte la liga con las opciones que todos aportemos aquí. ¡Ya van, les aviso en cuanto quede! Entonces seremos 7, ¿verdad? ¿Y Braulio tiene dos votos o uno?  A lo que Conrado respondió, Braulio tiene un voto, pero de lo que valga el avión sus 2/8. ¡Ahora sí, muy buenos con las fracciones!, me acuerdo que batallaban un buen con ellas, recordó Rosa, la matemática. Empezaron de vuelta a nutrirse los mensajes con las opciones, 245 diferentes recuadros, algunos similares, así que los fueron depurando, total de posibles acciones a ejecutar con el avión, 172. Alguien dijo que había que ir discriminando opciones para quedar con unas 3 o 4, propusieron más alternativas, total que pasaban los días sin ponerse de acuerdo, se empezaron a mensajear de forma individual, llamadas telefónicas para concertar acuerdos entre ellos, pero no había manera. A la semana seis pudieron reunirse para tomarse la foto e ir a reclamar el premio, pero iban enojados, unos con otros, con risa forzada y una alegría disfrazada ante los medios y en redes sociales. Se alargó el tiempo y, finalmente, conociendo la situación por la que atravesaba su antigua secundaria, decidieron donar el avión a su querida institución educativa. El grupo de Whatsapp VIP del grupo L, se ha disuelto. Ahora América, la presidenta de exalumnos de la secundaria, ha abierto una convocatoria para que se consideren opciones de qué hacer con el avión, pero eso... es otra historia.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedazo de cielo

Divagaciones sobre un dedo enfermo

Retazos de tiempos